17 noviembre 2008

Reflexiones

No... no es una de las que tanto me gusta escuchar en voz de Mariano Osorio; es una que me llevo a decir algo que jamás pense decir.
Platicaba con una compañera de trabajo acerca de la problemática que atraviesa en su matrimonio (debo decir que tengo el gusto o disgusto de conocer a su pareja y desgraciadamente, contar con su confianza) por lo cual muchas de las cosas que ella me comento ( celos excesivos, maltrato a ella y a su peque, mal humor, una floreciente carrera de infidelidades y alcohol ) estuvieron a punto de hacerme decirle dos que tres cosas que podían haber terminado con su esperanza de que la situación marital cambiará; finalmente me limite a decrile que a mi punto de vista la desición que ella tome debe ser calibrada fríamente pues en esas cuestiones no hay marcha atrás.
Por la noche, de regreso a casa, le platicaba a mi "maridín" de esta situación y mis conclusiones al respecto; de repente sin saber de donde le dije:
-Sabes?, no me puedo quejar, a pesar de que seas " borracho, parrandero y jugador" (jajajaja)al dia de hoy no tengo nada malo que decir de ti: jamás he tenido un reclamo con tintes de celos, si me pongo como loca furibunda por una tonteria (como siempre) tu con toda la calma del mundo te chutas la sarta de estupideces que digo y al final, ya que descargue toda la mala vibra, siempre buscas hacer las paces, tratas bastante bien a los niños (a veces hasta te pasas), siempre procuras hacer lo que te digo y como yo te digo...
- ah, casi casi me dijiste mandilón ¿no?
- No, solo te digo que es un pequeño reconocimiento a lo que tu eres.

No dije más, las lágrimas a punto de salir de mis ojos y el nudo en la garganta no me lo permitieron.

1 comentario:

Cecilia Guadarrama dijo...

desde la chamba aún.
Casi me haces llorar, con lo de tu mareado (mi cuñis)...
Y de la muerte, sólo queda seguir viviendo.
Y ps esos pandros, un día de estos.
Os quiero.